El lunes 22 de marzo, las aguas se agitaron con un comunicado de los servicios de inteligencia estadounidenses que afirmaban haber interceptado una conversación militar iraní en la que se planteaba la amenaza de un atentado contra Fort McNair, un edificio gubernamental de Washington, D.C., y el jefe del Estado Mayor adjunto. La situación ha puesto en alerta a la opinión pública estadounidense, pero los detalles de la situación han disipado muchos temores.
El ataque de Irán a McNair: ¿qué hechos hay detrás?
Dos altos cargos militares, que prefirieron permanecer en el anonimato por motivos de seguridad, afirmaron que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) obtuvo en enero conversaciones de los Guardias Revolucionarios de Irán sobre la posibilidad de llevar a cabo atentados similares al conocido como "UUS Cole". Se trata de un atentado suicida perpetrado en 2000 por dos personas en una pequeña embarcación contra un destructor de la Marina estadounidense en aguas de Yemen. Por otro lado, los informantes revelaron una conspiración para erradicar al general Joseph M. Martin, que reside en una de las instalaciones militares más antiguas del país norteamericano, con el fin de infiltrarse en el complejo y recabar información.
El ataque de Irán a McNair: un asunto muy grave que carece de pruebas fiables
Las amenazas de muerte contra el alto comandante no han disminuido su firmeza en el desempeño de sus funciones, ya que ha permanecido al servicio del país de acuerdo con su juramento legal. Sin embargo, ni el Pentágono, ni el Consejo de Seguridad, ni la propia NSA han proporcionado ninguna información para refutar o corroborar esta suposición, y esperamos más información. Todos lamentamos las 17 vidas perdidas en la explosión, todos ellos respetables marineros que se dedicaban a sus actividades, y el Estado ha transmitido sus condolencias a las familias de estas víctimas.